La vida
es la característica más descollante del planeta tierra; y el binomio agua-vida
es la relación que dinamiza las expresiones de la vida tal como la conocemos.
En nuestro mundo la vida encuentra sustentación en el agua, de ella
surgió, se multiplicó , adoptó sus
formas más diversas y evolucionó, hasta lograr el más alto nivel de su
manifestación: la inteligencia humana.
El agua
es esencial para la vida. Ningún ser vivo sobre la Tierra puede sobrevivir sin
agua, es indispensable para la salud y el bienestar humanos así como para la
preservación del medio ambiente.
La
mayoría de los países históricamente han priorizado el uso del agua para el
riego, en segundo término para la industria y en tercer lugar para el consumo
humano. Sin embargo desdee 1999, en Venezuela, las cifras de inversión en la
producción, suministro de agua potable y recolección de aguas servidas,
durante los últimos 14 años, ha sido del
promedio de 800 millones de dólares
anuales, lo que marca una diferencia con respecto a los otros países.
El
énfasis en el suministro de agua potable evidencia una especial preocupación
del Gobierno Bolivariano por el desarrollo de una política de prevención de la
salud, en especial de la población infantil, ya que representa el grupo más
vulnerable: la Organización Mundial de la Salud, informa que
cada día mueren alrededor de 3.900 niños a causa del agua sucia y de la falta
de higiene que constituyen la segunda causa de muerte infantil en el mundo
después de las enfermedades respiratorias.
La abundancia en el suministro, como la buena calidad del agua y un
saneamiento eficiente aseguran un buen nivel de salud en la población.
Otro de
los aspectos esenciales en el uso de los recursos hídricos para alcanzar un
desarrollo sustentable es la producción de energía y el agua es una de las
principales fuentes para la producción de energía. En el caso de Venezuela el
70% de la energía eléctrica que se produce en el país tiene su origen en
plantas hidroeléctricas.
El desarrollo sustentable debe
conjugar tres objetivos conflictivos: social,
ambiental y económico. La articulación
de estos objetivos puede realizarse con diferentes niveles de preferencia entre
ellos, esto es, haciendo más énfasis, sobre alguno de estos tres componentes,
por ejemplo más en lo ambiental que en lo económico y sin embargo lograr las
metas de desarrollo sustentable y sostenible.
Energía
para el desarrollo, agua potable para la salud y alimentos, son aspectos que
debemos atender para garantizarnos una mejor calidad de vida para todos, el
incremento en la producción de alimentos, a través del desarrollo de la
agroindustria, es sólo posible con fuentes de energía confiable y
preferiblemente limpia.
El reto
es cada vez mayor y exige de nuestros gobiernos, hacernos de nuevas
tecnologías, a través de convenios que permitan su transferencia sin generar
dependencia con los países desarrollados, sin empeñar nuestros recursos
naturales y poniendo freno al extractivismo, frente a la avidez de los países
desarrollados por nuestras fuentes de energía y recursos hídricos.
La mejora
del nivel de vida de las grandes mayorías en nuestro país gracias a las
políticas de inclusión del Gobierno Bolivariano, nos colocan ante nuevas
exigencias en la atención de los
servicios de agua potable y saneamiento y la producción de energía eléctrica.
Con el
Plan Nacional del Agua (PNA), nuestro país aborda las advertencias del informe
de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el
mundo, en el 2050, que afirma que al menos una de cada cuatro personas vivirá
en un país con escasez crónica o recurrente de agua.
El PNA y
las advertencias de la ONU
El PNA se
plantea como objetivo la ampliación de la cobertura del servicio de agua
potable, y enfrenta la distribución desigual de nuestra población en el
territorio nacional, ya que el 80% de nuestra población ocupa la zona norte
costera del territorio que comprende sólo el 20% de la totalidad del mismo y el
restante 20% de la población habita las extensas regiones del sur del país, que
componen el 80% del territorio.
La
Organización de las Naciones Unidas advierte que cuando venza el plazo para los
objetivos del Milenio (ODM) el próximo año 2015, millones de personas seguirán
sin agua potable, saneamiento y electricidad en sus hogares.
Nuestro
país ha superado muchas de esas metas, sin embargo el Plan Nacional del Agua se
plantea disminuir las asimetrías
existentes en cuanto a la cobertura entre las zonas urbanas y rurales y los
servicios de saneamiento; considerando las dificultades técnicas y de inversión
que representan.
Sin
embargo debemos considerar como un factor a nuestro favor el alto nivel organizativo
alcanzado por nuestro pueblo en las Mesas Técnicas de Agua, que representan una
fortaleza, que ha logrado abordar de manera armónica los factores social, ambiental y económico, a través de una cultura
comunitaria del agua, que debe afianzarse y abordar la cuenca cada vez más como
la unidad territorial más adecuada para la gestión integrada de los recursos hídricos.
Prensa Hidroven
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