Muchos compatriotas a lo largo del país me han pedido que dedique una columna a esta experiencia maravillosa que es el Gobierno de Calle, montado por nuestro Presidente en el mismo momento en que asumió.
Hoy es un momento adecuado porque ya hemos recorrido la casi totalidad de los estados, finalizaremos en Nueva Esparta en pocos días, y no tenemos dudas que hemos fortalecido a una sociedad democrática, participativa y protagónica como la venezolana.
Nicolás Maduro desde el minuto uno de su gestión nos motorizó en una idea fantástica, profundizar la relación con las comunidades. Ir al cara a cara, sin temores ni precauciones porque un Gobierno Revolucionario no tiene por qué temerle al pueblo, esencia de su origen. Al contrario debemos ir a su encuentro, como lo estamos haciendo, y como en nuestro caso ya lo hiciéramos en el SAIME e INTT con un excelente balance.
Rompimos uno de los slogans que caracterizan a los gobiernos que estrenan, esperar 100 días para mostrar frutos. Este gobierno dio resultados positivos, soluciones concretas desde distintos ministerios, desde el primer día, y esto se extendió a toda la Nación. Son más de mil respuestas concretas inmediatas, y centenares de proyectos reactivados o nuevos.
Los consejos comunales han ratificado su utilidad social al abanderar las iniciativas y los debates en positivo. Estamos enlazados en todos los estados con acciones que tienen que ver con agua para todos, recolección y disposición final racional de los residuos sólidos y la reforestación más grande que recuerde nuestra historia.
Hemos potenciado la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley en todos los ámbitos. Hay convicción en que estamos asegurando el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.
Estamos asegurando el estricto cumplimiento del legado del Comandante inmortal instalando el Ecosocialismo, como estilo de vida humanista y beneficioso para todos.
Hemos logrado, como ordena la Constitución, remarcar como valores superiores, a la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
El saldo es buenísimo.
¡Y vamos por más!
Un abrazo
Dante Rivas
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