La celebración del Día Mundial de Agua se acordó en la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo o Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, Brasil, 1992), y a partir de 1993 se efectúa esta celebración cada 22 de marzo. El objetivo es promover entre los países actividades orientadas a fomentar la importancia de los recursos hídricos para el desarrollo, el bienestar social y los ecosistemas del planeta.
Agua y Energía
En el año 2014, las Naciones Unidas recomiendan destinar esfuerzos al estudio del vínculo agua-energía,
abordando en particular la situación de la población que vive en zonas
marginales y empobrecidas, que tienen que sobrevivir con grandes
problemas de acceso al agua potable, al saneamiento adecuado, alimentos
suficientes y servicios energéticos. En este sentido, el tema central
para la celebración del Día Mundial del Agua en el presente año es el
de “Agua y Energía”.
Entre los grandes desafíos del mundo, especialmente en las economías
en desarrollo y emergentes, se encuentra la satisfacción de la demanda
de agua dulce y de energía para las próximas décadas; siendo los más
pobres quienes requieren urgentemente de los servicios de acceso al
recurso, alcantarillado y electricidad. Según la FAO, a nivel
mundial 1.3 mil millones de personas viven actualmente sin electricidad,
780 millones de personas carecen de acceso al agua potable y 2.5 mil
millones de personas carecen de servicios de saneamiento.
Panorama Hídrico de México
Cabe señalar que el agua y la energía están estrechamente relacionados
entre sí y son interdependientes. La generación de energía requiere de
la utilización de los recursos hídricos, en particular para las fuentes
de energía hidroeléctrica, nuclear y térmica. En contrapartida,
aproximadamente el 8% de la generación de energía global se utiliza para
el bombeo, el tratamiento y el transporte de agua a los consumidores
(Food and Agriculture Organization of the United Nations 2014). De
hecho, el agua es necesaria para producir casi todas las formas de
energía y a su vez, ésta es necesaria en todas las etapas de extracción,
tratamiento y distribución de agua.
Cabe destacar que el uso del agua para el funcionamiento de las plantas
hidroeléctricas es no consuntivo, es decir, que por lo general la
devuelve al medio ambiente en la misma cantidad, por lo que se considera
una fuente alternativa y limpia para la generación de energía.
Fuente: Elaboración de INEGI, con información de la Comisión Federal de Electricidad. Informe Anual 2012.
El agua que se extrae del subsuelo por lo general se destina a diferentes usos económicos, como son el sector agrícola, el abastecimiento público y la industria. En el año 2012, la actividad agropecuaria fue el sector con mayor consumo del recurso (69.3% del total nacional), en tanto que el sector que presentó el menor nivel de consumo fue el industrial, con el 5.7% del total (Comisión Nacional del Agua 2014).
En términos monetarios, el agotamiento del agua subterránea alcanzó un costo total de 29 478 millones de pesos en el año 2012, es decir el 0.2% del PIB de ese año (Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2014).
El agua que se extrae del subsuelo por lo general se destina a diferentes usos económicos, como son el sector agrícola, el abastecimiento público y la industria. En el año 2012, la actividad agropecuaria fue el sector con mayor consumo del recurso (69.3% del total nacional), en tanto que el sector que presentó el menor nivel de consumo fue el industrial, con el 5.7% del total (Comisión Nacional del Agua 2014).
En términos monetarios, el agotamiento del agua subterránea alcanzó un costo total de 29 478 millones de pesos en el año 2012, es decir el 0.2% del PIB de ese año (Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2014).
En nuestro país, algunas viviendas no cuentan con
abastecimiento directo de agua y, en algunos casos, la dotación de la
misma sólo se realiza algunos días a la semana, por lo que se
requiere de trabajo adicional para trasladar, acarrear y almacenar este
líquido para satisfacer las necesidades de consumo de los integrantes
del hogar.
Bajo este planteamiento, las mujeres realizan el 64% del tiempo
destinado a acarrear y almacenar el agua hacia el hogar, mientras que
los hombres hacen el 36% restante; estas actividades comprenden el
traslado, ya sea caminando o utilizando algún tipo de transporte, para
cargar y llevar el agua a la vivienda desde una llave pública, el río,
la pipa, o desde otro domicilio particular (Instituto Nacional de
Estadística y Geografía 2009).
La calidad del agua retornada al medio ambiente es un tema que requiere
de especial atención, ya que si bien la generación de energía por medio
de hidroeléctricas no merma significativamente las características
originales del recurso, para el resto de las actividades económicas la
situación es distinta.
El retorno del recurso hídrico al medio ambiente, después de su
transitar por distintas actividades económicas, se realiza con cambios
en sus cualidades originales, por lo que es necesario un tratamiento
previo que permita su reincorporación al medio natural con las mínimas
modificaciones.
En ese sentido, para el año 2012 se descargaron un total de 25 794 Mmm3, de los cuales 5 055 Mmm3 tuvieron algún tipo de tratamiento antes de ser retornados al medio ambiente. Es decir, que los restantes 20.739 Mmm3 no
fueron saneados, lo que corresponde a más del 80 por ciento. El costo
para el tratamiento de este tipo de descargas asciende a 64 632
millones de pesos (Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2014).
iagua/24/03/2014.
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