En 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, para fomentar la conciencia pública sobre el tema de la degradación de la tierra y los efectos de la sequía.
Caracas (Prensa Inparques).- Cada
17 de junio, desde el año 1994, se conmemora el Día Mundial de la Lucha
contra la Desertificación y la Sequía, una fecha que proclamó la
Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objeto de sensibilizar a
todas las personas del planeta sobre la problemática ambiental que
representa este tema de la desertificación y los efectos de la sequía.La
desertificación corresponde a un conjunto de procesos por los cuales
una región árida, semiárida o subhúmeda seca, se degrada o destruye y en
consecuencia, pierde su capacidad para retener vegetación y se
convierte paulatinamente en un desierto.
Es un asunto
mundial, que afecta a más de 100 países, y no es un problema aislado
sino que está relacionado con los cambios climáticos, la conservación de
la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos
naturales. Del 70% de la tierra firme del mundo, cerca de 3,600
hectáreas están en proceso de degradación, sin incluir a los desiertos
hiper-áridos. Entre los principales factores que desencadenan esta
situación se encuentran la pérdida de la cubierta vegetal, erosión del
suelo, la falta de agua, incluyendo variaciones climáticas y actividades
humanas. Para este 2013 el lema de la efeméride es: "No dejes que
nuestro futuro se seque", tema que tiene como fin crear conciencia
acerca de los riesgos que conlleva la sequía y la escasez de agua en
zonas áridas y en el resto del mundo, llamando así la atención sobre la
importancia de asegurar la salud de los suelos.
La
expresión simboliza el mensaje de que todos somos responsables del agua,
la conservación y el uso sostenible de la tierra, además de que
existen soluciones a estos problemas de la naturaleza. La intención es
hacer un llamado a todos a tomar medidas para promover la preparación y
resistencia ante la escasez del vital liquido, la desertificación y la
sequía.De toda el agua de la Tierra, sólo el 2.5% es agua dulce, y de
ésta, el total utilizable para los ecosistemas y los seres humanos es
inferior al 1%. Por consiguiente, cuando la demanda es más alta que la
oferta disponible, se genera la insuficiencia del recurso.
Las
tierras secas son particularmente vulnerables a esa falta del vital
líquido. Debido a eso, la intensificación de la escasez causará
inconvenientes en estas áreas. Por ello este año la consigna va dirigida
a su conservación.
El compromiso es construir un mundo inmune a
la degradación de los suelos, y los a factores que afecten a los
recursos naturales. Por ello es importante fomentar acciones que
permitan su uso adecuado, a fin de cuidarlos y evitar que eventos como
la desertificación amenacen el futuro de generaciones.
Si
conservamos la naturaleza, estaremos contribuyendo a la preservación de
la vida en el planeta y a la salvación de la especie humana, principal
objetivo que está establecido en el plan de la patria 2013-2019, el
cual debemos lograr. (Fin/Eliana Vallés)
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